Tú mi patrono, mi poderoso guía, protégeme de todos los peligros que nos acechan a los seres humanos, ayúdame para que el todo poderoso sea mi camino y que él sea la salvación y la prosperidad de mi vida. Señor, tú que eres bondadoso, protégeme del peligro. Amén.

Creo en el poder de Dios y sé que él me ayudará para liberarme de todo peligro. Tú, patrono Benito, aleja de mí toda mala influencia que me lleve al pecado. Ruego porque Dios escuche mis plegarias y me conceda la protección que necesito. Amén.

Día o noche, mañana o tarde, quiero que me protejas mi amado patrono, que tu bendición y la de Dios estén sobre mí en todo momento. Quiero que tu protección sea mi camino y mi guía, para que en todo momento me alejes de las malas cosas que satanás tiene en este mundo. Amén.

Coloco mi corazón al Señor en lo más alto, para que él lo vea y me proteja de las malas cosas del mundo. San Benito, dame la protección que requiero en el día a día, y que la bendición tuya me sobre y nunca me falte. Amén.

A ti mi Santo, dame la cobertura de un buen hijo, cuídame, bendíceme y ayúdame en todo momento para no correr el riesgo de dejarme guiar por la maldad de este mundo. Dios, quiero tú bendición, y estoy seguro de que por toda la vida serás el rey por excelencia para la protección de tus hijos. Amén.

Mi protección está con Dios, y mi patrono me libra de todo mal y peligro que en mí habita. Dios sé que he pecado contra ti y quiero que me perdones, pido tu cobertura para que nada me pase, y nada pueda hacer mi vida infeliz. Amén.

Tú, Señor que estás en los cielos, ten misericordia de mí, y protégeme de los males que en el día a día se avecinan. San Benito, quiero que me guíes por el camino correcto, y me ayudes en la protección de mi familia y seres queridos, no dejes que les pase algo malo. Por nuestro Señor. Amén.

Que en mí se encuentre la protección de Dios. Yo confío en ti Señor, quiero tú bendición día y noche, cuando descanse, cuando despierte, porque solo tú eres santo, sólo tú me colmarás de bendiciones. Mi patrono, protege a todo aquel que pide tu bendición. Amén.

Mi oración hago llegar al oído de Dios, mediante mi patrono, quien me protegerá si algo me pasa. Tú que estás cerca de Dios, ruega por mí para que me proteja cada día en su manto precioso. No soy nadie sin mi Señor, por eso te pido que me protejas mi Santo altísimo de los cielos.